El jurado critica la falta de originalidad de Zeno Sputafuoco en la semifinal

Tocaba cerrar la primera semifinal. El programa se reservaba el número más peligroso. Pese a la peligrosidad de su número en audiciones, Zeno Sputafuoco viene con un número mucho más extremo y nada «light».

Zeno Sputafuoco ha abierto boca utilizando unas tijeras que cerradas se ha introducido por una de las fosas nasales. Su segundo aparato consistía en un gancho que ha pasado desde su nariz hasta la boca sobre el que ha colgado dos ladrillos para después desplazarlos con un movimiento pendular. Demasiado o suficiente para un Risto que pulsaba el botón rojo.

El faquir seguía con su número y para ello se quitaba la camiseta. Sobre sus brazos vertía cera líquida de uno de los candelabros y lo apagaba con la boca. Volvía a introducirse el gancho en su nariz para tirar de una jaula con una de las azafatas en su interior.

Jesús Calleja: «Me da un poco apuro pero a mí no me sorprendió mucho. He visto actuaciones muy manidas, muy vistas. No ha habido un número que diga buah».

Dani Martínez: «He vuelto a sufrir pero algunas cosas ya las había visto. Salvo tu número de levantar a la chica que ha sido muy espectacular».

Edurne: «Me encantan los faquires pero coincido con Jesús. No ha habido ningún número que no haya visto. Me ha sorprendido que he visto una conexión con Risto, levantáis la ceja igual».

Risto Mejide: «Las velas algunas veces lo he hecho sin querar. Me ha parecido soporifero, monótono, poco arriesgado, impropio de una semifinal. Tenía ganas de que se acabase el número desde el minuto cero por lo que me alegro que se haya acabado el número, gracias».

El jurado critica la falta de originalidad de Zeno Sputafuoco en la semifinal